María Romero, alumna de Ingeniería Aeroespacial en la ETSID, gana el XV Certamen Literario de Relato Breve Alonso Zamora Vicente
«Con 11 años, empecé a escribir mi primera novela»
María Romero Pérez, alumna de tercer curso del Grado en Ingeniería Aeroespacial de la Universitat Politècnica de València (UPV), es la ganadora del XV Certamen Literario de Relato Breve Alonso Zamora Vicente por su obra Pestaña vacía.
El galardón, otorgado desde 2005 por la Universidad de Nebrija, lleva aparejados 1.400 euros de premio (100 de ellos a través de un cheque regalo en La Librería de Hoyo), el diploma acreditativo, un regalo institucional, y las ediciones impresa y digital del relato vencedor.
El certamen tiene como objetivo fomentar la escritura, desde el ámbito académico, entre universitarios, preuniversitarios y personal de las distintas comunidades universitarias.
«Un nuevo empujón en un momento en el que necesitaba creer más en mis historias»
Feliz por el galardón, que le fue entregado este miércoles en la universidad madrileña, María reconoce que el premio tiene, para ella, «un significado que va más allá de un reconocimiento o una cuantía económica», ya que ha supuesto para ella «un nuevo empujón en el camino de la escritura, una palmadita en la espalda en un momento en el que necesitaba creer más en mis historias».
No obstante, no se trata de la primera vez que el talento literario de esta joven nacida en Benidorm el 31 de octubre de 1998 es reconocido. Con 16 años, obtuvo el Jordi Sierra i Fabra para jóvenes escritores con Cenizas de un octubre helado -publicado por la editorial SM- y, posteriormente, ganó el I Concurso de Fotohistorias Siente.
«De pequeña, siempre llenaba libretas con mis historias», recuerda la estudiante de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería del Diseño (ETSID-UPV), «y con 11 años, empecé mi primera novela. Fue al comienzo de mi educación secundaria cuando comencé a escribir de manera constante».
Ingeniería y literatura, dos pasiones fundamentales en su vida
Pese a su gusto por las letras, María se decantó por la rama científica a la hora de elegir sus estudios, y no considera en absoluto excluyentes ambos caminos. «Encasillarnos en un campo u otro sin poder asomarnos a nuevos es un error. Para mí, la ingeniería y la literatura son partes fundamentales de mi vida, y la pasión por una no supone un abandono o un menor interés por la otra», afirma la estudiante de la UPV. «Al contrario, ambos campos me aportan conocimientos y sentimientos muy distintos, por lo que alternándolos consigo mantenerme motivada sin caer en una rutina eterna», añade.
De hecho, de cara al futuro, María reconoce que su sueño «es seguir escribiendo mientras continúo mi desarrollo científico. Me gustaría dedicarme profesionalmente a la escritura al tiempo que trabajo en el campo de la ingeniería aeroespacial. Tal vez en la parte de mantenimiento, o en diseño… no lo tengo claro».
‘Pestaña vacía’
Con respecto al relato ganador, María señala que Pestaña vacía «cuenta la historia de dos hermanas muy mayores que, tras enviudar, comienzan a vivir juntas en casa del pueblo de su padre».
«El relato», prosigue, «narra dos episodios cotidianos de sus vidas con toques tradicionalistas, supersticiosos y, en ocasiones, dramáticos. La idea surgió una tarde, a raíz de recolectarvarias costumbres que existen en mi familia».
Satisfecha en una UPV que «se vuelca en la educación de sus estudiantes»
Gran ejemplo de la formación integral que la UPV trabaja por promover, María se siente especialmente satisfecha de la institución en la que cursa sus estudios, combinando su vocación científica con su pasión literaria.
«La UPV se vuelca en la educación de sus estudiantes, ofreciéndonos oportunidades para nuestro desarrollo académico en todo momento: cursos, charlas de empresa, prácticas… Desde mi escuela, la ETSID, se promueve la formación de distintos equipos para desarrollar proyectos diferentes», concluye María, clara muestra del perfil de profesional y persona a quien, seguramente, espera un futuro brillante como ingeniera, escritora… o tal vez, quién sabe, en los dos ámbitos.