Vicente Valero Fort ex-alumno de ingeniería aeronáutica en la ETSID (2009-2014). Líder de operaciones AIT de la misión espacial Cheops.
Desde pequeño he sido un entusiasta del espacio… y esa pasión se ha materializado”. Lo dice, satisfecho y sonriente, Vicente Valero Fort, el ingeniero aeronáutico por la Universitat Politècnica de València (UPV) que, en calidad de AIT Operations Leader (líder de operaciones de ensamblaje, integración y pruebas), ha sido clave en la puesta en órbita de Cheops, el satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA, por su sigla en inglés) que trabaja en la caracterización de planetas que orbitan más allá del Sistema Solar (denominados exoplanetas o planetas extrasolares).
Acrónimo de Characterising Exoplanet Satellite, Cheops es el resultado de “la primera misión de clase S (small) que la ESA pone en marcha y en la que ha participado un consorcio integrado por 11 países, entre ellos, España”, explica el propio Valero. Enmarcado en el programa Cosmic Vision y con un coste de alrededor de 50 millones de euros, Cheops, en órbita desde el pasado 18 de diciembre, pesa 280 kilos y tiene una vida útil de algo más de 3 años. https://www.youtube.com/watch?v=AunM7EBCL7k
El éxito del lanzamiento tiene un mérito mayor por cuanto el proyecto “ha contado con un presupuesto mucho más reducido que el destinado a otros”, lo que implicó que tanto la integración como la preparación “se ejecutasen en muy poco tiempo y con un margen de error prácticamente nulo”. De hecho, una serie de “inconsistencias en el software de la tercera etapa del lanzador” obligaron a posponer un día el lanzamiento desde la base de la ESA en Kourou (Guayana Francesa), lo que implicó, “obviamente, que la tensión que respiramos en aquellas horas fuese notable”.
La plataforma y la integración del instrumento, realizadas en España
Capaz de descargar 1.2 Gbit de datos diarios, Cheops “utiliza la técnica de fotometría de tránsito de ultra alta precisión para medir el tamaño de los exoplanetas”, lo que aportará información relevante sobre su composición, densidad, etc., y quizá permita perfilar la próxima generación de telescopios.
“La Universidad de Berna ha fabricado el telescopio de fotometría de alta precisión, y tanto la plataforma como la integración del instrumento, se han realizado en España”, confirma Valero. “La plataforma es todo lo que permite al satélite operar la carga de pago y cumplir la misión: estructura, paneles solares, sistemas de control de actitud y de órbita, ordenador, sistemas de potencia, sistemas de adquisición de datos, antenas…”.
Un equipo de AIT de apenas 4 personas
Por lo general, las misiones constan de un equipo de ingenieros de AIT por cadena funcional pero, en esta ocasión, el equipo de AIT lo componían sólo 4 personas. “Los 4 teníamos que comprender en profundidad el funcionamiento de todas las cadenas y subsistemas del satélite, entenderlo a nivel sistema, y ser capaces de definir y ejecutar todas las pruebas para verificar que el satélite estaba listo para cumplir su misión”, indica Valero quien, con el rol de AIT Operations Leader, se encargó “de la coordinación de las actividades en el área limpia, la preparación de procedimientos de los test y la ejecución de los mismos, la gestión de la campaña de pruebas ambientales del satélite, y la interacción con el cliente en las revisiones oficiales”.
“Todos los estudiantes de la UPV que cursamos el Erasmus en Aachen obtuvimos calificaciones superiores a las del alumnado de otros países”
Contento por haber elegido la UPV para formarse como ingeniero aeronáutico, Valero cree que, en general, “solemos infravalorar la calidad de la educación en nuestro país porque creemos que no está a la altura de otras universidades. Sin embargo, mi experiencia y la de otros muchos compañeros que hemos tenido la oportunidad de cursar parte de nuestros estudios fuera de España demuestra que estamos más que preparados”.
“El nivel de exigencia, los conocimientos adquiridos y los contenidos aprendidos son superiores al de las universidades extranjeras consideradas mejores”, añade antes de señalar que “todos los estudiantes de la UPV que cursamos el Erasmus en Aachen -Vicente fue alumno Erasmus y free mover en la ciudad alemana, donde realizó cuarto y quinto curso- obtuvimos calificaciones superiores a las del alumnado de otros países”. Según el ingeniero, “el conocimiento adquirido en la UPV es muy válido y competente a la hora de afrontar la realidad en la industria aeroespacial, y la metodología de la enseñanza prepara al ingeniero para afrontar cualquier reto profesional”.
El 25 de mayo, a la división de Sistemas de Transporte Terrestre de Thales GTS España
Cuando concluyó los estudios de ingeniería aeronáutica en 2014, Valero realizó “unas prácticas en RUAG Space, en la división de Launchers, y poco antes de finalizarlas, me ofrecieron participar en el proyecto Cheops”. RUAG Space es un grupo tecnológico centrado en la industria aeroespacial que desarrolla, fabrica y prueba subsistemas y equipos para satélites y vehículos de lanzamiento. Con sede en Zúrich y plantas de producción en 14 países, la compañía se ha convertido en el mayor proveedor de tecnología espacial en Europa.
Durante tres años, Valero ha trabajado en el proyecto desde Madrid, ciudad a la que inicialmente tiene previsto volver el 25 de mayo para incorporarse a Thales GTS España y formar parte de la división de Sistemas de Transporte Terrestre de la empresa: “Mi supervisor me recomendó para el proyecto de la ESA y pese a que implicaba un cambio, con sus referencias y tras diversas entrevistas, fui uno de los dos seleccionados de RUAG para el puesto”.
“A nivel profesional, el éxito obtenido en tan poco tiempo ha hecho que consiga muy buena reputación en el sector, el reconocimiento por parte de todos los agentes involucrados, y me ha abierto las puertas a otros puestos con mucha más responsabilidad”, afirma Valero.
“No dejes que la presión social te fuerce a tomar una decisión antes de estar preparado”
Cuestionado por algunos consejos para los estudiantes, el ingeniero aeronáutico por la UPV sostiene que lo más importante “es estudiar algo que te apasione y disfrutar del proceso, que la presión social no te fuerce a tomar una decisión antes de estar preparado o basándote únicamente en la salida profesional”.
Así mismo, mantiene que fuera de España “se valora mucho el haber hecho prácticas durante los estudios, tener contacto con la industria durante los años de la carrera, participar en programas de voluntariado, adquirir experiencia internacional y aprender idiomas. Todo esto te enriquece como persona y te abre las puertas del mercado laboral”.
(fuente: UPV)